Después
de nueve años de litigio, el tecladista Arturo Pérez Figueroa, quien trabajó
con Luis Miguel 15 años, seis meses y 22 días, por fin ganó la demanda al
cantante, quien tendrá que pagarle más de 6 millones de pesos y reinstalarlo en
su trabajo.
La Junta
Especial número 15, de la Junta de Conciliación y Arbitraje, resolvió que
Luismi debe cumplir con la demanda pagándole a su ex músico regalías, tiempo
extra, gastos médicos, actuaciones laboradas y prestaciones subsidiarias, y en
el caso de que se niegue a reinstalarlo, 20 días más por cada año trabajado.
El
músico empezó a trabajar con Luis Miguel desde el 20 de marzo de 1990 y fue
despedido el 12 de octubre de 2005, luego de sentir molestias durante la
presentación del 25 de septiembre de 2005 en EU, mismas que se incrementaron
para el día 27, por lo que Luis Miguel le prescribió una aspira, narró el
músico.
Al
término de la actuación, Arturo le pidió que lo internaran en un hospital, por
lo que el cantante le dijo que no era su obligación y que fuera a uno que él
pudiera pagar, por lo que acudió al Hospital University Medical Centeren
Tucson, Arizona, donde el médico le diagnosticó la enfermedad denominada
Neumotórax repentino (causado por el volumen de las bocinas) y tuvo que pagar 3
mil dólares.
Arturo
dio aviso a Luis Miguel de lo sucedido y que tenía que tener reposo, sin
embargo, su mánager Chris Littleton le dijo que descansara en el hotel para que
se recuperara para tocar en el concierto del 30 de septiembre de 2005 que hizo,
y fue el 1 de octubre su último show y después reingresó al hospital con los
mismos síntomas.
Finalmente,
el 5 de octubre de 2005 el jefe de finanzas de Luis Miguel, William Zysblat, le
llamó por teléfono a Arturo para decirle que su patrón le encargó decirle que
se fuera a su casa, que estaba despedido y que ya no le era necesario para su
show.
Luismi le
mandó una carta diciéndole que le ofrecía 5 mil dólares primero para evitar una
demanda, dinero que no aceptó el tecladista, luego le subieron la cifra a 10
mil dólares, que tampoco quiso.