La sobredosis de Demi Lovato ha puesto en alerta al equipo de la cantante Britney Spears, quien se encuentra de gira.
Anteriormente la princesa del pop ha tenido problemas con el alcohol y las drogas, y para evitar una recaída como la de Demi Lovato, sus productores han prohibido el consumo de alcohol backstage (detrás del escenario) durante los conciertos, según informó Page Six.
"El equipo de Britney implementa una estricta política de cero alcohol en el backstage porque quieren mantenerlo alejado de ella y también porque muchos de sus bailarines son menores de edad", explicó una fuente a la publicación.
La intérprete ha logrado superar sus adicciones y revivir su carrera tras haber tocado fondo en el 2007 cuando sufrió un brote psiquiátrico en público y se rapó la cabeza.
"Britney está en una burbuja. Está sana; acaba de cumplir un año de sobriedad", declaró una fuente a Page Six en 2017.