Pero, según afirma Crónica hoy, investigadores y especialistas en el tema aún sospechan de la veracidad sobre los restos del zorzal.
Sobre todo por la versión que relató al llegar a Buenos Aires José María Aguilar, su guitarrista y sobreviviente de la tragedia: “Todo sucedió rapidísimo. Los cuerpos se amontonaron unos sobre otros. El humo y las llamas impedían ver. Pude salvar a dos compañeros de trabajo, a Riverol y a Plaja”.
“Gardel murió abrasado por el fuego, cerca del aviador. No pudo dar siquiera un solo grito. El humo lo ahogaba y las llamas hicieron rápida presa de su cuerpo. Fue terrible”.
La historia oficial cuenta que el supuesto cuerpo del “Zorzal” fue hallado decúbito ventral bajo las válvulas de un motor. Fue Identificado por el buen estado de la dentadura, una cadena, al parecer de oro, y un chaleco de plumas.
Por la quemadura estaban descubiertas las costillas en la cara externa del hemitórax derecha, el tercio inferior del fémur de ese lado, el tercio inferior del fémur izquierdo y la tibia del mismo lado, debido a que se encontraban carbonizados los tejidos blandos que los cubrían.
Sin embargo, las dudas persisten y se extienden, cada vez con mayor fuerza, a través del tiempo. Incrementado el mito por la versión que circuló en aquellos años sobre un “Gardel desfigurado” que supuestamente deambulaba por la selva colombiana.
de martilloyclavo.com