Rogue
One aterrizó en los cines de todo el mundo el pasado 15 de diciembre para
deleitar a la legión de fans que décadas después sigue vibrando con las
historias de la Estrella de la muerte.
Desde entonces, el primer spin off de La
guerra de las galaxias —situada cronológicamente entre La venganza de los Sith
(2005) y A New Hope (1977)— continúa rompiendo la taquilla: quince días después
lleva recaudados ya más de 600 millones de dólares a nivel mundial.
Su aterrizaje, sin embargo, ha desconcertado a la mayoría. La aparición de ciertos personajes en la película, tanto la de Moff Tarkin, el comandante de la Estrella de la Muerte y uno de los villanos de la cinta de finales de los setenta, como la de la princesa Leia, se ha convertido en una de las comeduras de cabeza más frecuentes de los seguidores de la franquicia de ciencia ficción.
Su aterrizaje, sin embargo, ha desconcertado a la mayoría. La aparición de ciertos personajes en la película, tanto la de Moff Tarkin, el comandante de la Estrella de la Muerte y uno de los villanos de la cinta de finales de los setenta, como la de la princesa Leia, se ha convertido en una de las comeduras de cabeza más frecuentes de los seguidores de la franquicia de ciencia ficción.
El actor Peter Cushing, encargado de ponerse en la piel del personaje en A New
Hope y mano derecha de Darth Vader, falleció en 1994. ¿Cómo es posible,
entonces, que forme parte del elenco de Rogue One? Eso es lo que se han
cuestionado los fans desde hace quince días, una pregunta que por fin encuetra
su explicación gracias a una entrevista de The New York Times. Kiri Hart,
co-productora del spin-off y desarrolladora ejecutiva de Lucasfilm, asegura que
traer de vuelta a Moff Tarkin era crucial para la historia.
"Si él no
hubiera estado en la película, habríamos tenido que explicar por qué". Los
creadores pusieron sobre la mesa diferentes alternativas para llevarlo a cabo:
bien a través de los diálogos de otros personajes o recurrir a las
conversaciones con hologramas.
Para que todo ello fuera más real, finalmente
escogieron al actor inglés Guy Henry (Harry Potter y las reliquias de la
muerte) para que recreara el personaje de Tarkin, debido a su estatura, similar
a la de Peter Cushing.
Durante el rodaje, le colocaron marcadores de
reconocimiento facial en el rostro para más tarde sustituirlo por el de Cushing
digitalmente. John Knoll, otro de los productores, describe este proceso como
"una obra de maquillaje tecnológica".
"Transformamos la
aparencia del intérprete para que pareciera otro personaje, aunque solo usamos
tecnología digital", asegura al mismo rotativo. Si el plan inicial no
funcionaba —había que tener en cuenta datos tan minuciosos como los gestos de Cushing
en la película de 1977, por ejemplo el movimiento del labio superior— contaban
con una vía alternativa: hacer del personaje un holograma para algunas escenas.
"Es extremadamente laborioso y caro de hacer. No imagino a nadie
participando en algo similar de manera casual", comenta. "No entra en
nuestros planes hacer de nuevo esta recreación digital. Solo tenía sentido en
esta película", sentencia. Con la princesa Leia también utilizaron esta
técnica. Su personaje también fue interpretado por otra actriz (Ingvild Deila)
para modificar su rostro digitalmente para que se pareciese a la joven Carrie
Fisher —fallecida hace unos días a causa de un ataque al corazón—.
Rogue One aterrizó en
los cines de todo el mundo el pasado 15 de diciembre para deleitar a la
legión de fans que décadas después sigue vibrando con las historias de
la Estrella de la muerte. Desde entonces, el primer spin off de La
guerra de las galaxias —situada cronológicamente entre La venganza de
los Sith (2005) y A New Hope (1977)— continúa rompiendo la taquilla:
quince días después lleva recaudados ya más de 600 millones de dólares a
nivel mundial.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2924204/0/polemica-rogue-one-star-wars-explicacion/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2924204/0/polemica-rogue-one-star-wars-explicacion/#xtor=AD-15&xts=467263