El increíble crecimiento de la oferta gastronómica en doscientos y tantos restaurantes que funcionan prácticamente todos en el llamado Gran Santo Domingo, en vez de crecimiento ha disminuido el poder de saborear a sus anchas una cocina especialmente para su gusto.
Las llamadas fusiones, no son más que un sofisma para darnos a entender que este crecimiento es un abanico de ofertas para su paladar o una “mezcla” de sabores, colores y sobras.
He tenido la oportunidad y para mi alegría de topar con un pequeño y exquisito restaurante, ubicado precisamente en la zona del Gran Santo Domingo.
“La nuestra es una cocina étnica principalmente latinoamericana. Encontrará platos típicos de los países que representamos, sin olvidarnos de la parte creativa, fusionando sabores, pero siempre respetando lo que denominamos “La Receta de la Abuela”.
De esta forma podemos entender la filosofía de RAICES, su predicamento es más que un enunciado, una verdadera realidad.
No hay que dar muchas vueltas para iniciar la “faena gastronómica”, con un Ceviche Limeño, con el sabor de la vieja capital de Perú.
Entre conversación y tragos de Pisco Souer, un Ají de Camarones y Tucutucu a lo macho.
Que por los nombres quizás nos salimos de lo que cotidianamente disfrutamos en Perú. Pero estos platos mantienen sus nombres y cuando los ordene tendrá una agradable sorpresa en la mesa.
Ante un abanico de comida étnica y fusión, no se preocupe por su dieta o la sesión en el gym, pregúntele a Mariano Oñoro “El Chef” y estamos seguros que le “armará” una deliciosa velada desde la entrada hasta el delicioso postre, que es mejor mantenerlo en secreto.
RAICES es una buena opción para complacer su gusto y su curiosidad. La representación de Argentina, Chile, Venezuela y República Dominicana, se “amalgaman” en restaurante que recomendamos.
Las atenciones personalizadas hacen sentir a uno como un rey. Y los precios (Que es el dolor de cabeza cuando se sale a comer fuera), no le deben preocupar…están acordes con la realidad y por supuesto sin tener que recurrir al FMI para pagar la cuenta.