No
hay que ser muy observador para percatarse de que existe un patrón
común en el comportamiento de los homosexuales que han provocado
escándalos por los hechos que se han derivado de sus actividades.
El perverso nuncio apostólico de Su Santidad, el Papa, que salió del país dejando una estela escandalosa de depravación y pederatismo, acostumbraba a salir de noche en su carro, con los vidrios entintados a buscar muchachitos para seducirlos.
El mismo caso de Micky Bretón... más atrás el de René Carrasco, que fue asesinado en La Cueva Colonial, y muchos otros de diguras no famosas, que por ende no trascienden a la opinión pública.
A cada momento aparece un travesti de la Feria "descocotado", o con un tiro, en uno de los arrecifes del malecón.
Y de ellos no se dice nada, porque no son famosos...Las autoridades ni caso le hacen, y los archivan como "cosas de pájaros". Muy parecido a las famosas muertes por "ajustes de cuenta", que tampoco se investigan.
Claudio Nasco no es el único que compraba servicios sexuales.
En los barrios de la parte alta, hay también muchachos que los "gays" se disputan, a los cuales miman, atienden, les dan dinero, les compran prendas y les regalan ropa.
En Villa Consuelo son muchas las historias por contar, con los escándalos que ciertas figuras del medio han hecho, peleándose por unos sujetos más feos y paupérrimos que los que desgraciaron a Nasco...
Como dice la canción de El Cata, ellos son "locos con sus tigueres", y se pelean por ellos sin importarles que los vean y "facturen".
Es descaro elevado a su más alto rango...