Sólo en el sur de la Florida la caída de uno de los jonroneros más
prolíficos de la la historia podría comenzar en una clínica de
testosterona y terminar en un salón de bronceados.
El misterio
detrás de los desaparecidos archivos de esteroides que se usaron en
contra del tercera base de los Yankees de Nueva York Alex Rodríguez
comenzó a salir a la luz el miércoles, cuando la policía arrestó a un
notorio ladrón de 20 años y lo acusó de haber robado los archivos en
marzo de un automóvil estacionado en un salón de bronceados de Boca
Raton.
Sin embargo, la historia entera de cómo esos archivos
cayeron en manos de un ladrón de bancos convicto —y luego fueron a parar
a la oficina del comisionado de las Grandes Ligas— tal vez nunca se
conozca.
La policía de Boca Raton cerró el caso esta semana con el arresto
de Reginald St. Fleur, empleado de Boca Tanning, una cadena del sur de
la Florida que ofrece bronceados con vaporizador por $50.
El ADN de St. Fleur coincidió con la sangre que se encontró en la manija de la puerta del auto, dijo la policía.
“Hallamos
sangre en un carro. Es de St. Fleur, pero él no ha dicho nada’’, dijo
Sandra Boonenberg, portavoz de la policía de Boca Raton. “Si él vendió
los archivos, ello no sucedió en nuestra jurisdicción. Sólo nos preocupa
el robo del vehículo’’.
Los archivos robados son probablemente el botín más jugoso jamás robado de un salón de bronceados.
Los
documentos —en su mayor parte archivos de pacientes— desaparecieron del
maletero de un automóvil propiedad de Porter Fischer, ex director de
mercadeo de Biogenesis, la clínica de Coral Gables especializada en
antienvejecimiento que en la actualidad está cerrada. El dueño de la
clínica, Anthony Bosch, presuntamente le suministró brebajes para
mejorar el rendimiento a Rodríguez y varios peloteros profesionales, así
como a atletas de secundaria, agentes de policía y otros clientes del
área que buscaban tener cuerpos de gran fortaleza y un formidable
rendimiento atlético y sexual.
En enero, investigadores de las
Grandes Ligas (MLB) llegaron al sur de la Florida después que el
periódico Miami New Times publicó un reportaje sobre Bosch y sus
conexiones con 20 jugadores por lo menos y otros atletas profesionales
cuyos nombres aparecían en los archivos de la clínica como compradores
de sustancias prohibidas.
El periódico recibió los archivos de
Fischer, quien se molestó que Bosch se le enfrentara cuando él le pidió
que le devolviera su inversión de $4,000 en el negocio. Fischer estaba
determinado a poner en aprietos a Bosch, cuando se percató que en efecto
practicaba la medicina sin la licencia apropiada.
La historia de
New Times resultó un verdadero desastre de relaciones públicas para el
comisionado de MLB Bud Selig, que esperaba retirarse con el prestigio
del hombre que había acabado con los problemas de esteroides en el
béisbol.
Selig envió un equipo al sur de la Florida, al frente del
cual estaba el ex policía de Nueva York Dan Mullin, y en el que había
también varios investigadores.
Después que el periódico se negó a
entregar copias de los archivos, MLB dirigió su atención a Fischer, y le
ofreció hasta $125,000 por los archivos. Para entonces, ya Fischer
sabía que el valor de lo que tenía iba más allá de su pelea con Bosch, y
guardó algunos de los archivos en una taquilla de almacenamiento en
Ocala.
La MLB a la larga logró captar a Bosch, y le prometió
dinero para los abogados, le pagó gastos de seguridad y lo ayudó a
obtener inmunidad ante un posible encausamiento criminal.
Mullin,
en su afán por obtener información, enamoró a una de las enfermeras de
la clínica, y un abogado de MLB dejó mensajes en el contestador
telefónico de un ex pelotero de la Universidad de Miami (UM) donde lo
amenazaba con denunciarlo a la policía si no cooperaba.
Muchos de
los jugadores de Grandes Ligas vinculados a la clínica tenían igualmente
vínculos con el sur de la Florida, tanto con la UM como con
instalaciones deportivas y entrenadores.
En el primer lugar de la
lista de MLB estaba Rodríguez, de 38 años, que comenzó su carrera en
South Miami y con el tiempo se convirtió en el jugador de béisbol mejor
pagado y más vilipendiado.
Rodríguez, que está apelando su
suspensión de 211 juegos, ha negado enfáticamente una y otra vez haber
comprado o usado esteroides de Biogenesis. Un juez podría llegar a una
conclusion sobre la apelación de Rodríguez en una fecha tan cercana como
el mes entrante.
Otros 12 peloteros recibieron sanciones de 50 juegos de suspensión, y decidieron no apelar.
Funcionarios
de MLB dijeron que no tienen nada que ver con el robo de los
documentos, si bien admitieron que después pagaron una gran suma para
obtenerlos.
El 24 de marzo Fischer regresaba de Ocala con los
archivos, con la intención de entregarlos a las autoridades, cuando se
detuvo en Boca Tanning para broncearse. En algún momento mientras estaba
en el salón, alguien le rompió la ventanilla al auto y se robó los
archivos, una pistola, una laptop y $800 en efectivo que según dijo
tenía en una bolsa de gimnasio.
Gary Jones, otro cliente de Boca
Tanning, estaba en el salón cuando tuvo lugar el robo, pero le dijo a la
policía que no tuvo nada que ver. También le robaron pertenencias que
tenía en su furgoneta, pero no quiso presentar un reporte.
Dos semanas después, Jones, ladrón de bancos convicto, contactó a los
investigadores de MLB para intentar llegar a un acuerdo. Luego le vendió
los archivos por $125,000 en efectivo, y grabó en video la transacción
con los investigadores en un restaurante del sur de la Florida.
Entretanto,
los abogados de Rodríguez, contrataron a su propio equipo de
detectives, y persuadieron a Jones para que firmara una declaración
jurada donde admitía que sabía que los documentos eran robados cuando se
los vendió a MLB.
La policía de Boca Raton volvió a abrir el caso del robo al auto poco
después que el Herald y otras publicaciones sacaran historias sobre la
venta de los archivos robados a MLB.
H. Scott Fingerhut, el
abogado de Fischer, dijo que su cliente recibió comn agrado la noticia
del arresto de esta semana.
“Porter se siente satisfecho de que su llamado a la justicia fuera por
fin resuelto, y que los responsables [seguramente hay otros, de más alto
nivel, vinculados] sean castigados”, señaló Fingerhut.
Jordan
Siev, uno de los abogados de Rodríguez, no quiso hacer comentarios sobre
el arresto.
Los funcionarios de MLB siguen diciendo que Mullin no sabía que los
documentos habían sido robados.
La Fiscalía de EE.UU. convocó un jurado de instrucción como parte de una
investigación federal sobre el escándalo de esteroides, en tanto la
Fiscalía Estatal de Miami-Dade realiza por su cuenta una pesquisa
separada.