La galaxia muy, muy lejana de Star Wars no fue tan lejana en la noche del viernes. La ciudad norteamericana de Los Angeles se vistió de gala para acoger la premiere mundial del octavo 'episodio' de la saga Star Wars, que lleva por título Los últimos jedi, y que estuvo dedicada a la gran ausente de la noche: la actriz Carrie Fisher (Leia en las películas), fallecida en diciembre de 2016 a los 60 años de edad.
Una legión de stormtroopers, un enorme AT-AT y varios droides (entre los que se encontraban R2-D2, C-3PO y BB-8) fueron solo algunos de los principales reclamos de una alfombra roja que contó con la presencia de numerosas celebridades y, sobre todo, de todos los protagonistas de la película más esperada del año, que llega a los cines de España el viernes 15 de diciembre.
El director Rian Johnson quiso inaugurar la proyección de la película con un tributo a Carrie Fisher, pidiendo a los cientos de fans que pudieron entrar al cine "que lo pasaran bien como homenaje a Carrie".
"Quiero dedicarle esta noche a Carrie, que estará ahora ahí arriba haciéndome una peineta diciendo 'Maldita sea, Rian, no te atrevas a hacer de esta noche un tributo solemne'. Así que vamos a pasarlo bien", dijo Johnson, que pidió a las estrellas de la película que subieran al escenario a presentar el film.
