Fue quizás una película que se esperó con grandes expectativas. George Lucas daba "inicio" a la trilogía que lo lanzó al éxito en los 80 y más de 15 años después el cineasta planeaba contar los inicios de “Darth Vader” con "Episodio I: La amenaza fantasma" (The Phantom Menace).
Con el apogeo de los efectos visuales, el director saturó la historia que mostraba a un joven Anakin Skywalker y al padawan Obi-Wan Kenobi en su primer encuentro.
La idea llamó la atención, pero el nuevo capítulo decepcionó con creces a la crítica, y más importante aún, a los fanáticos que crecieron con la historia del Imperio Galáctico, los rebeldes, sables de luz y el viejo Yoda. Y así fue como Lucas dio inicio a una nueva trilogía —las precuelas— que fueron altamente cuestionadas. Sin embargo, la mente detrás nunca demostró algún arrepentimiento por haber "traicionado" a los seguidores de su saga. Hasta ahora.
En el documental "The Beginning: Making Episode I", el director admite que quizás se le fue de las manos el proyecto cinematográfico que trajo de regreso a "Star Wars" a la pantalla grande.
"Está un poco desarticulado", pensó Lucas tras ver el visionado en ese entonces. "Es audaz en términos de sacudir a la gente. Puede que haya ido demasiado lejos", añadió. "En un espacio de 90 segundo, pasas de lamentar la muerte de un héroe (Qui-Gon Jinn) a una comedia ligera con Jar Jar y Anakin... Es mucho en muy poco tiempo", señaló por otro lado el montajista del filme, Ben Burtt.
"Episodio I: La amenaza fantasma" se estrenó en 1999 y automáticamente se convirtió en la peor entrega de la saga. El sitio especializado Rotten Tomatoes indica que la crítica le dio en promedio un 55% de aprobación, mientras que el público sólo un 53%.