Hacía una década de la separación de The Beatles, en las radios del mundo sonaba (Just Like) Starting Over, sencillo del disco Double Fantasy, primer material discográfico que John Lennon realizaba en un lustro, el séptimo de sus discos como solista.
Era el 8 de diciembre de 1980, Lennon se encontraba en el mejor momento de su vida, pues su familia era estable, era un luchador social incansable y la creatividad le había brindado un puñado de nuevas canciones que grabaría en un nuevo disco.
Así, salió del edificio Dakota, ubicado apenas a la distancia del arroyo vehicular de Central Park, en Nueva York para dirigirse a Record Plant a mezclar la canción Walking on Thin Ice.
En ese momento, un grupo de fans le solicitaron autógrafos, pero uno de ellos, Mark David Chapman, lo esperó hasta las 10:50 pm que, acompañado de Yoko Ono, Lennon volvía a casa, y recibiría a cambio del autógrafo, cinco disparos: cuatro de ellos lo impactaron y uno le perforó la aorta. Moriría pasadas las 11 de la noche.
La obra de Lennon es un himno a la humanidad en toda su expresión, su magia, su talento, su agilidad mental podrían hacer de su música una tan importante como la es la que compusieron los clásicos, John Lennon es pues, letra viva, aún en la muerte y aquí recordamos cinco de sus obras que así lo ilustran.