Robbie Williams no atraviesa su mejor momento y su salud se ha resentido por ello, algo que mantiene a su familia, amigos y seguidores muy preocupados. Esta preocupación lleva meses manteniendo en vilo a sus fans, después de que cancelase varios conciertos por “una enfermedad”,
de la que pocos detalles se han ofrecido.
A pesar de que el cantante ha
grabado un vídeo para explicar que se encuentra mejor, lo cierto es que
su falta de convicción ha hecho que se acrecienten los rumores y que deje con dudas a los más escépticos.
Al parecer, la salida de Robbie Williams de los escenarios se debe a su ingreso en la unidad de cuidados intensivos,
donde permaneció durante una semana. El motivo de su hospitalización es
que los médicos encontraron anomalías en el cerebro y se temían que el
cantante podría tener una hemorragia.
Una dolencia de la que ahora no
duda en hablar abiertamente, dado que prefiere contar la verdad y bajar el pánico que se ha instalado entre sus allegados.
“Mi brazo izquierdo se entumeció y no dejaba de babear por un
lado de la boca. Tenía dolor de cabeza y también tenía problemas para
respirar”, explica Robbie Williams al diario 'The Sun' sobre lo que le
sucedió entre bambalinas durante el concierto que ofreció el pasado día 2
de septiembre en Zúrich.
“Me hicieron un análisis y varios escáneres
incluyendo de corazón y cerebro. Encontraron algunas anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre. Eso, obviamente, me dio mucho miedo, así que la decisión de dar el concierto en Rusia ya no era mía y me enviaron directamente a la unidad de cuidados intensivos”.
Por
ello, se produjo esta misteriosa cancelación de conciertos sin
explicación, dado que ni él mismo ni los médicos que le trataron
conocían a ciencia cierta qué le sucedía. Le queda aún tiempo para
volver a subirse a los escenarios, porque asegura que le “dijeron que no hiciera nada estresante, solo dormir y cuidarme”.