Uno de los fundadores de la
Nueva Trova, Pablo Milanés, dijo antes de recibir el homenaje de La Mar
de Músicas de Cartagena, y dar un concierto, que el contacto con el
público es lo que lo motiva a seguir trabajando. “Si me preguntaras cómo
quiero morir, te diría que sobre un escenario”.
Milanés agradeció el premio de
Cartagena porque, a pesar de que no es “muy amante de los
reconocimientos”, la Mar de Músicas es un festival “digno”.
El cubano, que presenta esta noche Canciones para siempre
junto a Víctor Manuel, Jorge Marazu y Rozalén, con los que hará un
repaso a clásicos de su discografía, dijo que es consciente, desde hace
muchos años, de que actuar ante un auditorio es “inigualable” a
cualquier otra situación.
Tras medio siglo de trayectoria,
valora el ambiente que se crea en sus actuaciones, en las que el
“silencio es espectacular” y casi se convierte en un “concierto de
cámara, algo muy íntimo (…) Hay veces en los que pasa que oigo hasta el
volar de una mosca o un mosquito o cualquier bichito que esté alrededor
de mí”, apostilla.
Su motivación está marcada por
la “magia de la comunicación”, la de poder tocar con palabras y música
“y que te entiendan”, llegando a situaciones en las que la gente le ha
reconocido que ha llorado en sus conciertos.