Durante décadas Bill Cosby
fue "el papá de Estados Unidos", venerado por millones por su papel
como un afable doctor y padre benevolente en el exitoso programa
televisivo "The Cosby Show".
El lunes, el actor de 79 años caído en desgracia comenzará a ser
juzgado por ataque indecente agravado, acusado de drogar y abusar
sexualmente de una ex directora de un equipo de básquetbol universitario
en su casa de Filadelfia hace 13 años.
Desde entonces, unas 60 mujeres han acusado públicamente a Cosby de
abusos sexuales durante cuatro décadas. La reputación del actor que
logró derrumbar las barreras raciales se vio arruinada y su carrera
terminó con un brutal porrazo.
En acusaciones muy similares entre ellas, decenas de mujeres
aseguraron que el pionero actor negro se valió de su fama para darles
sedantes y alcohol, dejándolas impotentes para resistir a sus avances.
Pero el juicio en Norristown, Pensilvania, será probablemente el
único caso presentado contra Cosby, que llegó a ser uno de los
comediantes estadounidenses más famosos, ya que la vasta mayoría de los
presuntos abusos tuvo lugar hace demasiados años y los delitos han
prescrito.
En la corte del condado de Montgomery, un jurado de 12 personas
decidirá su culpabilidad o inocencia en un juicio que se espera dure dos
semanas. Si es condenado, corre el riesgo de pasar el resto de su vida
tras las rejas ya que la sentencia mínima es de 10 años y una multa de
25.000 dólares.
Su acusadora, Andrea Constand, de 44 años, era en la época directora
de operaciones de básquetbol de la Universidad Temple, donde estudió
Cosby y donde ocupó luego un escaño en el consejo de administración
hasta su renuncia tras el torrente de escándalos en 2014.
Constand asegura que fue a la casa de Cosby a comienzos de 2004 para
discutir con él su intención de mudarse a Canadá, cambiar de carrera y
transformarse en fisioterapeuta, pero dice que el actor la drogó con
pastillas y vino, la acostó en un sofá y abusó sexualmente de ella.