El actor sabía qué tan mal estaba su problema de adicción, pero no podía parar
El actor Philip Seymour Hoffman estaba
consciente de su grado de adicción a la heroína y sabía que podía
morir, según confesó a un amigo hace semanas.
De acuerdo con el portal TMZ, el actor inició hace seis semanas
un consumo desenfrenado de la droga, pues les comentó a sus amigos que
se había inyectado heroína y no podía dejarla.
Les dijo que se detenía unos días, pero después volvía a la carga y
aunque en un intento desesperado por salvarse ingresó a un grupo de
ayuda, eso no funcionó.
Uno de sus amigos le preguntó qué tan mal estaba y Seymour Hoffman respondió "si no me detengo sé que voy a morir".
Además del consumo de heroína, el actor de 46 años estaba bebiendo de
manera excesiva y aunque llevaba 4 años sobrio y era considerado un
"gurú" entre alcohólicos, recayó en la adicción.
Aunque aún no se han dado a conocer los resultados de la autopsia, han surgido versiones según las cuales la policía halló en casa de Seymour 50 dosis de heroína y 20 jeringas.
Se cree que consumió un tipo mortal de heroína, mezclada con una sustancia mucho más potente que la morfina.