A pesar de haber sido diplomático, deportista y pertenecer al
clan del dictador Rafael Leónidas Trujillo, Porfirio Rubirosa es
recordado por su estilo bohemio y los múltiples romances que sostuvo a
lo largo de su vida. Tanta fue su fama de gigoló que pasadas varias
décadas de su muerte, aún se le denomina el mayor “playboy” de todos
los tiempos.
Este personaje volvió a la palestra pública, cuando la Oficina de
Promoción Turística en los Ángeles propuso patrocinar la Primera Copa de
Polo, con el nombre: Embajador Rubirosa, a celebrarse en Santa Bárbara,
California. La noticia se convirtió en un escándalo, luego de que un
reconocido medio internacional titulara una de sus notas: “Rubirosa,
un pene con pedigrí”.
La indignación de la población no se hizo esperar y de inmediato
empezaron las reacciones negativas contra quien fue uno de los más
aventajados del caudillismo trujillista; a tal punto que el ministro de
Turismo, Francisco Javier García, dispuso la suspensión de la directora
de la cartera en los Ángeles, Isabella Wall, y creó una comisión para
investigar todo lo relativo al montaje de la actividad.
Igualmente, García Fernández desautorizó la utilización del uso del
nombre del “donjuán”, para promocionar la actividad en la que aparece
el logo del ministerio, en Estados Unidos y otras partes del país.
Para las nuevas generaciones que no vivieron la época del tirano,
es fácil reconocer la figura de Porfirio Rubirosa como un simple
hombre que se dedicaba a la buena vida, pero hay recordar que fue
parte de una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina.
Rubirosa fue el primer esposo de Flor de Oro Trujillo, hija mayor
del dictador. Fue luego de este casamiento que empieza a codearse con
la élite social e inicia su carrera como diplomático designado embajador
en varios países.
Para conocer un poco más sobre la vida de Rubirosa, un equipo de
DominicanosHoy, conversó con don Alfonso Cochón, quien conoció y
compartió en varias ocasiones con el famoso conquistador.
Don Alfonso se sitúa en la época de los años 40, 60, y en especial
el 50, la que asegura fue la etapa de oro del renombrado seductor.
Afirmó que además de los títulos de hombre de mundo que le han dado,
era inteligente, dominaba varios idiomas y poseía excelentes
relaciones humanas.