Los franceses recordaron el inicio de la Revolución Francesa con un desfile militar y el accidentado descenso de un paracaidista
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Bajo un cielo nublado, la celebración del comienzo de la Revolución Francesa en 1789 comenzó con gaitas, galas de equitación y varias versiones del himno nacional, la Marsellesa, en los Campos Elíseos, en París.
Cazas sobrevolaron en formación, dejando estelas con colores de la
bandera francesa, mientras unidades militares y tanques desfilaban por
la amplia avenida en el primer Día de la Bastilla, presidido por François Hollande.
La celebración tuvo un final accidentado cuando uno de los paracaidistas
fue alejado por las fuertes ráfagas de viento del lugar previsto para
el aterrizaje, en el cierre del desfile. El joven cayó en la Plaza de la Concordia.
Después de los festejos, el presidente francés fue a visitarlo mientras se reponía frente a una fuente.
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