Entendía que el renglón “Cantante solista femenina” debía desaparecer este año en los premios Casandra.Y es que las jóvenes intérpretes Cristal Marie y Mayourie Reina no realizaron una labor de trascendencia para figurar entre las propuestas de esa categoría.
Han sido más bien artistas “pegadas” en la televisión y en los periódicos más de ellas no se sabe de una constancia de presentaciones musicales comerciales o que hayan popularizado un tema en la radio.
Es más, si salimos a la calle, uno podrá darse cuenta que la mayoría del público común no las conoce bien y mucho menos te podrán “tararear” alguna canción de ellas.Y eso pasa con la mayoría de las solistas criollas.De igual modo tampoco estoy de acuerdo con las rabietas de la también cantante solista Jacqueline Estévez.
El pasado año Estévez ganó el Casandra y agradeció hasta la saciedad a Acroarte por tomarla en cuenta y hoy porque ni siquiera fue nominada la emprende contra el premio y es capaz de señalar que el mismo va por un derrotero malo, ¿quién entiende a nuestros artistas?
Lo que si debo precisar es que en el Casandra no se debe premiar la rutina y que contrario a las mujeres, los hombres que se dedican al canto solista sí han demostrado una mejor exposición en cuanto a su desempeño artístico.Por eso las candidaturas de Watson Brazobán, Pavel Núñez e Issa Gadala no están de más.
Publicado por Juan Carlos Jiménez
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