Señas particulares... culto, refinado y gran bebedor. James Bond, el icónico e imaginario agente de los servicios secretos británico, además de licencia para matar, parece tener un problema grave con el alcohol.
Ese es el resultado del análisis publicado por el Medical Journal of Australia's Christmas issue. El estudio recibió el premio por la investigación más extraña.
Los investigadores de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, analizaron 24 películas de la saga entre 1962 y 2015, descubriendo que el agente secreto bebió mucho y constantemente durante más de seis décadas.
No obstante su preferencia por los Martinis, los investigadores descubrieron que Bond bebe vodka y champaña e incluso, ocasionalmente, cerveza.
Según Nick Wilson, autor principal del estudio, hay un episodio de consumo excesivo de alcohol con seis "vesper", cócteles a base de gin y vodka en los que se reemplaza el Kina Lillet con vermouth y cáscara de limón y aceitunas Esto equivale a 24 unidades de alcohol que producirían un nivel en la sangre que lo colocaría en un rango potencialmente fatal.
Pero eso no es nada en relación a lo que bebió en un libro, hasta 50 unidades en un día, "un nivel de consumo que mataría a casi todos".
Además Bond a menudo estuvo comprometido en actividades peligrosas bajo la influencia del alcohol.
También hay una estudio médico que muestra que su hígado no está muy bien y un informe de MI6 (servicio secreto británico) en el que se indica su dependencia del alcohol y distintas sustancias. "Idealmente, Bond debería buscar ayuda profesional. Pero algunas estrategias pueden minimizar los riesgos a corto plazo, según el estudio.
Algunos de estos consejos podrían ser evitar beber en el trabajo y decir no a compartir tragos con parejas sexuales que incluso quieran matarlo. Para Bond, el mejor consejo es cultivar intereses alternativos, tal vez desarrollarlo para el estudio de las mariposas, que se revela cuando habla de una colección en una película