El cantante británico George
Michael, quien murió el 25 de diciembre de 2016, murió debido a una
cardiomiopatía dilatada con miocarditis y problemas causados por el
hígado graso, indicó Darren Salter, el médico forense a cargo de su
autopsia.
La cardiomiopatía dilatada es un
trastorno en el que la capacidad del corazón para bombear sangre se ve
limitada, mientras que la miocarditis es la inflamación del músculo del
corazón.
El hígado graso es un tipo de enfermedad hepática causada por una acumulación de grasa en el hígado.
Debido a que fue "una causa de muerte natural", el médico forense señaló que no había necesidad de más indagaciones.
El artista murió a los 53 años el día de Navidad en su casa en Goring-on-Thames, Oxfordshire, Reino Unido.
Cuando su publicista dio a conocer la noticia dijo que había muerto "en paz en su casa".
El 26 de diciembre, la policía
había informado no se conocía la causa de su muerte, pero que no se
había producido en "circunstancias sospechosas".
Cuatro días después, las
autoridades señalaron que los resultados de la autopsia realizada al
cantante habían sido "poco concluyentes".
La policía del Valle de Támesis,
al oeste de Londres, había dicho en un comunicado que se realizarían más
pruebas para determinar la causa del fallecimiento.
El representante del artista, Michael Lippman, había informado que el artista había muerto de insuficiencia cardíaca.