Con un físico poco apto para el modelaje, poco atractiva, pecosa y
narigona, así describían las críticas a la modelo brasileña Gisele
Bündche en los inicios de su carrera. Sin embargo, eso no impidió que se
convirtiera en la maniquí más relevante de su país.
Como
una de esas casualidades de la vida Gisele fue descubierta por un
agente de modelos en un restaurante mientras comía una hamburguesa.
De
ahí a triunfar en pasarelas y concursos de belleza hubo un solo paso. A
pesar de las críticas, ya que los encargados de casting, los fotógrafos y
diseñadores detestaban las pecas de su cara y su prominente nariz,
tanto que algunos aseguran que hasta le hacían burlas por ella.
Y como
si eso fuera poco decían que no tenía una silueta convencional y su
busto no era del tipo que prefería la industria.
Sin embargo, eso
no impidió que marcas como Gucci, Dolce&Gabbana, Versace, Jean Paul
Gaultier, H&M y Victoria’s Secret -donde se convirtió en uno de los
ángeles favoritos- la ficharan entre sus maniquíes, convirtiéndola hoy
en uno de los 100 personajes más más influyentes del mundo de la moda,
según la revista Forbes y una de las modelos mejor pagadas en la
industria.
Y como buena brasileña, ad portas del mundial también
ha realizado actividades relacionadas con el torneo de balompié. Primero
posó junto al futbolista Neymar para la edición Vogue Brasil, y hace
pocos días apareció en la revista dedicada al público masculino Lui
donde se muestra completamente desnuda en la portada del número especial
que la publicación francesa dedica al mundial de futbol Brasil 2014.