SANTIAGO.- El Primer Tribunal Colegiado del Distrito
Judicial de Santiago emitió condenas de 10, 20 y 30 años para los
acusados del atentado criminal contra el abogado y comunicador Jordi
Veras.
La pena máxima fue impuesta contra Candy Caminero Rodríguez. Mientras que para Adriano Román, Engel Carela Castro, Franklin Reynoso, Arturo del Castillo y Roberto Zabala impusieron 20 años de prisión.
En tanto que Francisco Carela Castro fue condenado a 10 años.
Además, los jueces ordenaron una indemnización de 100 millones de pesos por daños y perjuicios contra Jordi Veras a quien el grupo intentó matar en el 2010.
Al escuchar la sentencia Jordi y su padre irrumpieron en lágrimas y se confundieron en un abrazo, luego de cuatro años batallando para que se haga justicia.
El atentado fue ordenado por Adriano Román, según determinaron las investigaciones del Ministerio Público y la Policía Nacional, cuyo plan fue orquestado desde la cárcel de Rafey, donde el empresario cumple una condena a 20 años de prisión por atentado criminal contra su ex esposa, Miguelina Llaverías, en cuyo caso Jordi fungió como abogado.
El atentado ocurrió el 2 de junio del 2010, cuando el jurista penetraba a las instalaciones del Canal 25 de Santiago, donde fue herido de dos disparos en el rostro, perdiendo de manera permanente la visión en su ojo izquierdo.
La pena máxima fue impuesta contra Candy Caminero Rodríguez. Mientras que para Adriano Román, Engel Carela Castro, Franklin Reynoso, Arturo del Castillo y Roberto Zabala impusieron 20 años de prisión.
En tanto que Francisco Carela Castro fue condenado a 10 años.
Además, los jueces ordenaron una indemnización de 100 millones de pesos por daños y perjuicios contra Jordi Veras a quien el grupo intentó matar en el 2010.
Al escuchar la sentencia Jordi y su padre irrumpieron en lágrimas y se confundieron en un abrazo, luego de cuatro años batallando para que se haga justicia.
El atentado fue ordenado por Adriano Román, según determinaron las investigaciones del Ministerio Público y la Policía Nacional, cuyo plan fue orquestado desde la cárcel de Rafey, donde el empresario cumple una condena a 20 años de prisión por atentado criminal contra su ex esposa, Miguelina Llaverías, en cuyo caso Jordi fungió como abogado.
El atentado ocurrió el 2 de junio del 2010, cuando el jurista penetraba a las instalaciones del Canal 25 de Santiago, donde fue herido de dos disparos en el rostro, perdiendo de manera permanente la visión en su ojo izquierdo.
fuente : diariolibre.com