Por Sandy Sandy
El
joven salsero dominicano, Alex Matos, todos recordamos, duró un tiempo
"pegando una tras una" sus salsas, incluso, eso le mereció un premio
Soberano.
Su
carrera tomó un giro internacional, y sus manejadores decidieron dejar
un poco la plaza criolla e irse a aventurar a otros mercados, creyendo
que era fácil hacerlo.
Pero,
como dice el viejo refrán "el que mucho abarca, poco aprieta”. Ahora ni
allí ni aquí se deja sentir como en otros momentos. Matos, dueño de
una voz dulce, se dejó influenciar de los aires internacionales y
descuidó el patio.
Como
se lee en la Biblia: "Todo tiene su tiempo", pero los manejadores
intentaron prematurizar una pegada del salsero criollo. Un premio
Grammy, se dice, josearon en Estados Unidos, lo que a juicio de muchos
"teóricos de callejones", fue una maldición para su carrera, la que iba
muy bien.
Un
equipo de trabajo, suena en los corrillos de la farándula local, le
hace falta, tanto en Estados Unidos como República Dominicana, para
volver a sintonizar. La competencia lo deja atrás, si no se pone las
pilas.