Con un abrumador resultado de 82 votos contra 15, el Senado de
Estados Unidos dio este martes un contundente respaldo político a la ley
para la legalización de más de 11 millones de inmigrantes
indocumentados.
Aunque este es una primer trámite de un complejo
procedimiento para permitir el debate de la legislación en el pleno, el
abultado número de votos a favor, tanto demócratas como republicanos,
dan prácticamente por segura la victoria en la votación final antes de
la fiesta nacional del 4 de julio. Incluso algunos senadores que habían
expresado su oposición a la proposición de ley según y como esta
redactada ahora votaron a favor de que se inicie el debate.
La ley, redactada por el llamado Grupo de los Ocho, cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas, ha estado las pasadas semanas en el comité de Asuntos Jurídicos,
donde se le han añadido varias enmiendas, y llega ahora al Senado en
medio de un fuerte debate sobre la necesidad de incrementar la seguridad
en la frontera. “A riesgo de señalar lo que es obvio”, declaró el líder
de la minoría en la cámara Alta, el senador Mitch McConnell,
“la ley necesita importantes cambios porque tiene serios defectos”.
McConnell concedió que “el sistema está roto” pero insistió en que se
necesitaban grandes cambios en el actual proyecto. “Voy a votar para que
se debata y para que exista la oportunidad de corregirla pero para que
se convierta en ley es necesario cambios en materia de seguridad en la
frontera, beneficios gubernamentales e impuestos”, finalizó reiterativo
el senador republicano.
“Hay 11 millones de razones para aprobar una reforma migratoria de
sentido común que arregla el actual sistema roto -11 millones de
historias descorazonadoras y de sufrimiento que deberían de motivar al
Congreso a actuar”, declaró el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid,
que advirtió contra las “píldoras envenenadas” en forma de enmienda que
van a intentar introducir algunos senadores republicanos refugiándose
en temas de seguridad fronteriza para evitar conceder la residencia
permanente a nadie.