SD. Carolina Cabrera, antigua novia
formal del extinto presidente de Venezuela, Hugo Chávez, contó a Diario
Libre desde Texas, donde actualmente reside, la relación que ella y su
familia sostuvieron con el presidente.
Cabrera desmiente que el entonces
teniente del Ejército de Venezuela viviera en cualquier otra casa que no
fuera la No. 104 de la calle Gabriel Morillo, de Los Mina, donde
residía la familia materna de Cabrera.
Señala sin embargo, que el joven era un
imán de personas. "Hugo llamaba a las masas desde siempre. A Chávez le
encantaba declamar, y recitar poemas. Cuando comenzaba (a declamar) la
gente se sentaba alrededor de él. El deseo más grande de Hugo era ir a
Los Mina y sentarse en la casa de nosotros a leer esos poemas", recuerda
Carolina, licenciada en Psicología en los Estados Unidos.
Carolina Cabrera sostiene que su madre,
ahora una señora de más de ochenta años y ella se reían cuando Hugo
Chávez les profesaba su interés político. "Mi mamá y yo nos reíamos,
cuando Hugo nos decía que iba a ser presidente de Venezuela", declaró.
La señora contó que en 1978 estableció
una relación formal con Hugo Chávez, "en la que el Presidente siempre
fue muy respetuoso". La formalidad de Chávez llegó a un nivel que luego
de la ruptura se mantuvo un lazo con el Presidente. "Hugo nos adoptó
como familia. Cuando venía al país decía me voy a quedar donde mi
familia y pedía permiso para quedarse con nosotros", señala.
Según Cabrera, tras la primera visita
en 1978, Chávez continuó visitando el país y la familia hasta el año
1986 "casi consecutivamente", cuando le hicieron capitán. "Ya cuando
volvió yo me había casado con un militar americano, me había ido a vivir
a Alemania", dijo. La señora Cabrera hizo énfasis en que Hugo Chávez
siempre pernoctó durante sus visitas en la casa de la familia Cabrera.
"Nunca en Catanga, ni en ningún otro sitio vivió el Presidente, tampoco
cuatro meses en donde Cristóbal Rojas", concluyó.
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