La potente actuación de JLo y Shakira en el medio tiempo de la Super Bowl ha dado mucho de que hablar. Además de aplaudir el talento de las dos artistas, lo que más se ha destacado ha sido el tan anunciado empoderamiento de la mujer y de la comunidad latin
Algunos mensajes políticos fueron evidentes como la bandera portorriqueña en las alas de Jennifer López
Pero hubo otra más sutil reservada a los ojos más avispados o a las interpretaciones más minuciosas.
Aproximadamente en el minuto 11:30 del espectáculo, apareció sobre el escenario Emme, la hija de 11 años de JLo y juntas cantaron Let’s Get Loud. La niña comenzó la canción en una especie de jaula iluminada y poco después se prendieron alrededor otras similares en las que también habían menores.Muchas personas en Twitter vieron una referencia clara a la medida que separaba familias en la frontera sur y encerraba a los menores en grandes jaulas mientras resolvían sus casos.
La separación de familias es uno de los temas más conflictivos de la política de “tolerancia cero” de Donald Trump, que distanció de sus padres a unos 4,300 menores. A pesar de la repercusión internacional de una medida tachada de cruel contra la infancia, la justicia ha dado la razón a la administración Trump porque la medida está llamada a “disuadir la inmigración en la frontera”.
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