No será contradicción ni incoherencia, pero confunden a propios y extraños dos pronunciamientos hechos a final y principio de semana.
Leonel Fernández reitera que la Fuerza del Pueblo nació grande y que noqueará a sus adversarios en la consulta del domingo.
No es solo ganar la contienda, sino tumbar en la lona al rival, de manera que no pueda levantarse por rato. Caer en febrero y todavía durmiendo en mayo.
Bautista Rojas por el contrario confiesa que su grupo político, que es el mismo de Fernández, no sacará muchos votos en las municipales.
La explicación es la del perro que gira en redondo tratando de morderse la cola. Falta de lógica política y mucho de absurdo electoral.
La Fuerza del Pueblo apoyará a candidatos del PLD con los que se siente identificados y que de ganar lo harían por interpósita boleta.
Rojas habló de cientos de compañeros, pero a ciencia cierta se sabe de 33 que dieron seguridades de que a más tardar el 18 darán el salto.
No se entiende la prisa, pero estos conversos de la secreta dieron seguridades, convencieron de su firmeza y tienen a sus antiguos camaradas chupando un caramelo todavía envuelto.
Difícil determinar si guerra avisada o traición escondida, aunque si evidente la falta de nobleza política, el engaño y la impudicia.
Incluso se duda, al conocerse los nombres que se mencionan, que el plan llene su cometido, que la maniobra sea exitosa y que en política pueda procrearse en vientre de alquiler.
Además se cae una viga, una argumentación, un alegato.
Lo que se decía era que “ los aguacates ”, peledeístas de vergüenza, pero fieles a Fernández, sufragarían en masa por La Fuerza del Pueblo.
El domingo, al abrirse las urnas, se comprobaría la real influencia del líder en las bases del partido oficial. ¿ Cómo noquear entonces a sus oponentes si sus puños estarán prestados ?
La nueva estrategia tiene muchas implicaciones, pero en lo inmediato favorece al PLD. Los leonelistas estarían como la dominicanita del anuncio en Nueva York: Me fui, pero no me fui.