La presencia de bañistas en esta playa se ha visto disminuida este Viernes Santo, en comparación con años anteriores en este mismo día, lo que ha llamado la atención del comercio playero a los que sus perspectivas de ventas se han ido al suelo.
La ausencia de vacacionistas se nota en lo más de 2 kilómetros de balnearios que bordean las playas de Boca Chica y los Coquitos de Andrés, lugares que en esta fecha lucían abarrotadas de gente que venían a disfrutar de las aguas cristalinas y sus arenas blancas.
La ausencia de bañistas contrasta con el amplio dispositivo de seguridad montado para recibir a los vacacionistas que dejan sus hogares para pasar unas horas y darse un chapuzón en las aguas de estas playas.
Las freidureras pegan grito al cielo por baja en ventas.
Las tradiciones vendedoras de freidurías que esperaban ansiosas la llegada de la Semana Santa, con la que tenían previsto ampliar sus ventas se han visto frustradas hasta este viernes debido a que la cantidad de personas que tradicionalmente viene a esta playa en esta ocasión no lo ha hecho.
Dijeron que ajustaron los precios de los servicios de pescados fritos y que estos se pueden adquirir a partir de 250 pesos en adelante acompañado de los tostones de plátano, y que no vender el pez Loro por la veda que las autoridades han impuesto en relación a ese pescado.
Josefa, Katy y Altagracia, tres de las más emblemáticas freidureras ubicadas en el parque de la playa se mostraron esperanzadas en que para los días sábado y domingo las ventas puedan mejorar y llenar sus expectativas.
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