El segundo episodio de Juego de Tronos deja ciertos aromas en el aire y una certeza. La certeza es que la batalla que hemos esperado por 9 años ya tiene fecha y hora: será el próximo domingo cuando los Caminantes Blancos lleguen a Winterfell y el Ejercito de los Vivos luche por sobrevivir.
Uno de los aromas que deja el episodio, probablemente el más claro, al olfato de todos, fue esa especie de encuentros especiales de los personajes de la serie, en la previa a la batalla. ¡A la gran batalla! En esa calma que antecede a la tormenta. El silencio antes del portazo.
Y como siempre, desde aquí en adelante corre por su riesgo seguir leyendo. Imagine un cartel enorme que diga ¡Alerta de Spoiler! Gracias.
Pues ese aroma del que hablamos podría incluso tener sonido. Sonido a despedida.
El capítulo tuvo dos momentos culmines: la revelación de Jon a Daenerys de que él es Aegon Targaryen, el hijo de Liana Stark y de Rhaegar Targaryen, que lo acredita como heredero del trono de hierro directo. Y la indicación de Arya a Gendry para irse a la cama y tener una idea de cómo es el sexo antes de morir.
A esas dos puntas del capítulo habría que agregar la conversación entre Daenerys y Sansa, que de manera muy clara expusieron sus cartas y recelos. Esa charla donde Sansa le dice que los hombres enamorados son fáciles de manipular, y que cometen estupideces. Esa respuesta de Daenerys de que ella abandonó su guerra, la de los trono de hierro, por seguir al norte a Jon y pelear contra los Caminantes Blancos es de los diálogos más interesantes que deja la temporada hasta el momento.
Claro, mejor fue su final, con la “rompedora de cadenas” retirándole la mano a la Lady de Winterfell cuando le preguntaba qué pasaría con el norte una vez todo se definiera en el campo de batalla.
Firma así HBO un decidido avance en la última temporada de su serie de televisión más exitosa de todos los tiempos. Poniendo día (el domingo próximo), y hora (a las 9:00 PM) para tener el primer choque de la Gran Guerra. Caminantes Blancos contra el Ejército de los Vivos.
La serie vuelve a dejar esas conexiones internas interesantes: en el momento del juicio, cuando Jamie se defiende y dice que todo lo que hizo fue por defender a su familia, Bran responde, aunque nadie, salvo Jamie, entiende. "Las cosas que hacemos por amor", dijo Bran. La misma frase que usó Jamie para lanzarlo por la ventana en el primer capítulo de la serie. ¡UAO!
Para ese choque ya hay estrategias de guerra trazadas: Bran se quedará en el Bosque de Dioses para llamar la atención del Rey de los Caminantes Blancos, visto por Jon como la única opción de derrotar a la muerte. El plan es acabarlo a él porque ir a una pelea de hombre a hombre "muerto" sería un desgaste impensable (más teniendo en cuenta de que son muertos y no se cansan).