Fuente DIARIO LIBRE
Docenas de dominicanos y dominicanas que regresan de su país a
Estados Unidos, están siendo interceptados e interrogados durante largas
horas por oficiales de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE), a
quienes, después de hacérseles todas las preguntas, les ofrecen el
criticado formulario 407, que se utiliza para renunciar a la residencia.
A
muchos, incluso sin antecedentes penales, les han pedido que firmen el
documento y que regresen a la República Dominicana en el próximo vuelo
disponible que será pagado por el gobierno de Estados Unidos.
En
mayor número, la situación se verifica en los aeropuertos John F.
Kennedy de esta ciudad, Liberty en Newark (Nueva Jersey) y Logan en
Boston.
También en Miami y otros estados en los que residen comunidades dominicanas de amplia población.
El chequeo de la ICE se hace desde los pasillos que conectan con los túneles que llevan al abordaje y salida de los aviones.
Este
reportero, que regresó el 24 de enero de la República Dominicana en un
vuelo de Delta, observó a cuatro oficiales de la ICE, copando el pasillo
y a cada pasajero se le preguntaba por la salida y reentrada del viaje y
qué hacía en su país natal.
Esa pregunta, aunque rutinaria desde
hace muchos años en las ventanillas de inmigración, se está
implementando también en los pasillos de las terminales y antes de que
los viajeros lleguen al área oficial de chequeo y ante los oficiales
migratorios.
Una joven, que declinó identificarse, relató a este
reportero que regresó el viernes de la semana anterior desde Santiago,
desde la ventanilla de inmigración, la condujeron al área de segunda
supervisión, en la que retuvieron por cinco horas.
Los oficiales la instaban a que firmara el formulario 407, pero ella se negó rotundamente.
“Me
hartaron con repetidas preguntas, me entregaron ese formulario que
rechacé, diciéndoles que no lo podía firmar, porque no hablo ni escribo
inglés y me mostraron el ticket de entrada de aduanas, llenado en la
computadora, antes de hacer la fila para el chequeo, reclamándome que yo
lo había llenado en inglés, aunque es verdad, los evadí, diciéndoles
que alguien me lo llenó”, agregó la denunciante.
“Me dijeron
también que lo firmara y que me regresara a República Dominicana, que
era por mi bien, pero les respondí que si realmente era por mi bien, que
por qué no me lo mandaban por correo a mi casa, para yo buscar a
alguien que me lo llené”, añadió.
Dice que los oficiales de la ICE se dieron por vencidos y le sellaron la entrada despachándola.
El
caso ilustra el de docenas de otros dominicanos residentes permanentes
que han sido por igual molestados y asediados por los policías
migratorios de Estados Unidos, después de las órdenes ejecutivas
firmadas por el presidente Donald Trump.
Sugerencia del consulado dominicano
Luego
de las denuncias, el consulado general en Nueva York y la Coalición del
Norte de Manhattan por los Derechos del Inmigrante, han iniciado
desde ayer lunes una campaña en medios locales, advirtiéndoles a los
criollos con antecedentes judiciales no viajar a la República
Dominicana.