por
Cholo Brenes cb47ypico@hotmail.com
Como puede usted medir la popularidad de alguien, llámese
político o artista? Hay formas metódicas y empíricas de acercase a una
idea más o menos exacta del nivel popularidad de un personaje.
Una de ellas es observar las manifestaciones espontáneas de
sus seguidores en lugares públicos, y ver cómo se comporta el personaje
ante el “supuesto gusto popular”.
Un amigo me decía que se encontró recientemente con un
cantante de renombrada fama y presencia pública, sobre todo en estos
días, gracias a una campaña publicitaria cara e insistente.
El personaje en cuestión después de hacer visitas a figuras políticas
importantes en el país, se disponía a salir de viaje por el aeropuerto
Internacional de Las Américas “José Francisco Peña Gómez” en un vuelo de
Delta Airlines a las 6:15 a.m.
Relata el amigo que le extrañó ver al quien considera el más popular
merenguero de nuestro país con una maletica Carry-On (de mano)
acompañado simplemente por quien aparentaba ser un empleado suyo. Ni una
fanática, ni siquiera un lambón buscaba algo detrás de él. Una
presencia sin pena ni gloria, o con más pena que la gloria que siempre
le ha sonreído.
Algo muy diferente, observaba mi amigo, ocurría con un joven artista
urbano en el mismo escenario, a quien más de 10 personas abrumaban
pidiéndole discos y autógrafos. “Qué pasó ahí? Estará desandando? Acaso
un carnaval que ya pasó y la llegada de otro? Una estrella que se apaga y
otra que naciendo enciende pasiones? Después de todo, esa es la ley de
la vida”, acotaba mi amigo.
No sé –le dije- pero creo nuestro popular merenguero debería
preocuparse y tomar en cuenta cierto nuevo postín que le sale desde hace
algunos años. Como un aceite que nunca se untó, un tufillo a élite que
nunca exhalaba. Mira a Jhonny Ventura, por ejemplo, mantiene su misma
forma y trato, su Don de Gente desde que despegó el arte popular.
La elegancia sobreactuada y el lujo principesco son enemigos mortales
en la empatía y de la simpatía. Años atrás seguramente, nuestro
personaje iba con varias personas que le guardaban la espalda por su
gran popularidad.
Sin embargo, a pesar de la batería de promociones que tiene para
realizar conciertos fuera de aquí y subir la escalinata del palacio con
un multimillonario de radio y televisión a visitar el presidente, y ser
publicitados por los mismos, esto no le ha sumado apoyo.
No todos los escenarios dan fama y algunos más bien la merman.
Especialmente cuando tales escenarios se yerguen en medio de la fauna
política donde las lealtades andan cojas y el arribismo está de fiesta.
Hay verdades tristes y, lamentablemente, toquen a quien toquen, a
nosotros nos toca escribirlas. Porque la verdad ha de ser dicha o más
tarde o más temprano, sobreviene en desdicha adoptándose a mentir..
Muchos la callan.