Tormenta reduce intensidad pero paraliza tránsito y cierran comercios, escuelas, oficinas e iglesias

NUEVA YORK._ La poderosa Mega Tormenta invernal que con su pesada carga de nieve y vientos sostenidos de hasta 65 millas por hora (equivalente a un huracán categoría 1), comenzó a azotar a Nueva York y otros estados del Noreste de Estados Unidos, desde la tarde del lunes 26 de enero, redujo su intensidad, avanzada la noche de ayer lunes, pero forzó a la paralización casi total de las actividades nocturnas de la metrópolis, a partir de las 11:00 de la noche.

El alcalde Bill de Blasio y otros funcionarios en la materia, advirtieron en una conferencia de prensa temprano en la noche, que "la peor parte de la tormenta, comenzará a las 11:00", por lo que el primer ejecutivo municipal ordenó la suspensión del tránsito en trenes, guaguas y vehículos privados, como medida precautoria para evitar desgracias y tragedias en las carreteras. Cerca de las 12:00 de la medianoche, la tormenta redujo considerablemente la velocidad de sus vientos a 14 millas por hora.

Pidió de igual modo a los neoyorquinos, permanecer en sus casas y respetar el mandato de las autoridades por la seguridad de la megapólis.

Cientos de equipos limpianieves, camiones esparcidores de sal para evitar que la nieve se pegue y otras máquinas dotadas de cuchillas especiales, abren espacios y trillos en avenidas, calles y puentes de la ciudad.

Hacia las 11:00 de la noche, se acumulaba ya más de 1 pie de nieve y la tormenta se pronosticaba continuar hasta la medianoche de este miércoles 28 de enero.
A pesar de los vaticinios tremendistas, la tormenta no había golpeado con mucha intensidad, aunque en algunos sectores, especialmente zonas costeras, se calculaban cerca de 9 pulgadas.

 

Katryn García, Comisionada de Sanidad, el departamento que se encarga de la limpieza en Nueva York, adelantó que para este martes, no se puede esperar que "todo esté resuelto".
Elementos de la Guardia Nacional en Connecticut, donde la prohibición comenzó a las 9:00 de la noche para el tránsito.

En sectores de la ciudad y algunos suburbios, como en Yonkers, la falta de vehículos circulando, semejaban una estampa de pueblo fantasma.
Todos los vuelos tuvieron que ser cancelados, pero la mayoría de las líneas aéreas, concedieron que los pasajeros, cambiaron sus rutas para evadir la precipitación de la tormenta.

Los puentes principales, como el George Washington Bridge, que une al Alto Manhattan con New Jersey, también fueron cerrados al tránsito desde las 11:00 de la noche.
Tampoco los trenes de la línea Metro North que cubren trayectos a suburbios como Long Island, Terrytown y poblados de la parte alta Norte (Upstate), tuvieron que suspender el servicio.

Las escuelas católicas, controladas por la arquidiócesis de Nueva York, se sumaron a la suspensión de clases para este martes.

"Se espera mucha nieve desde hoy, hasta mañana. Estamos tomando todas las medidas para garantizar la seguridad de todos los neoyorquinos", dijo el alcalde de Blasio.
"Les pedimos que por su seguridad, por favor eviten estar en las calles", concluyó diciendo el alcalde.

Frank Sobrino, portavoz de prensa en español del gobernador Andrew Cuomo, dijo que se habían  repartido 50.000 sacos de sal y que docenas de efectivos de la Guardia Nacional, se habían sumado a las labores para responder a la tormenta.