Filadelfia.- Los clientes del restaurante Girard Brasserie and
Bruncherie se sorprenderán de encontrar un mensaje al recibir la cuenta:
"No es necesario dar propina".
Es algo que hace pensar en una actividad en la que
regularmente los camareros dependen de las propinas para la mayor parte
de sus ingresos, pero no en este caso: el personal del local de
inspiración francesa gana unos 13 dólares la hora y tiene vacaciones
pagas, días libres por enfermedad y seguro de salud.
Proporcionar
todo eso no es fácil, dijo Brian Oliveira, copropietario del Girard,
pero esos beneficios hacen que el personal sea más leal y trabaje más a
gusto, lo que a su vez crea un ambiente mejor para los clientes, opinó.
"Tuvimos
que ganar menos dinero como propietarios y sacrificar parte del ingreso
pero, a la larga, crea un clima mejor y hace más felices a todos",
agregó Oliveira, que es también el chef.
Este modelo inusual
provoca un debate en Estados Unidos sobre las condiciones laborales en
una rama de la economía que emplea al 10% de la fuerza laboral, según la
Asociación Nacional de restaurantes.
La organización no rastrea
el número de locales que no reclaman propinas entre el aproximadamente
millón de restaurantes, pero han surgido algunos en el último año en
Pittsburgh, Nueva York, Los Ángeles y en suburbios de Cincinnati.