Cuando
lo supo estaban a punto de perderla. La factoría de la Federación
Agraria de Limón del Yuna (FALY) había acumulado deudas con los bancos.
La oportuna acción solidaria del gobierno la devolvió a sus
propietarios, pequeños productores de arroz.
Decisión correcta: A los 150 pequeños productores y propietarios organizados en la FALY había que liberarlos en lo inmediato de la deuda, pero también librarlos de las travesuras de la naturaleza, que estaban en el origen del daño, porque de no hacerlo, la próxima temporada de lluvias se llevaría de encuentro el esfuerzo por recuperar la factoría. Tener una factoría propia protege a los miembros de la Federación Agraria, con el precio y con el peso de su arroz. Es una garantía para el productor de lograr justo precio y justo peso. La buena noticia es que las cosas han ido saliendo bien, tal como se había planeado. FALY se liberó, la factoría reabrió luego de estar cerrada por 6 años, compraron un nuevo molino y reconstruyeron las secadoras y los hornos. Hay 16 empleos directos y 40 indirectos. Más aún: van a comercializar tres tipos de arroz, Guaraguao, que es el premium, Faly, que es el popular y por último el Selecto. De allá regresó feliz. Con razón. Sus políticas funcionan, cambian la vida de la gente. |
GRUPO MEDRANO
