El actor Sebastián Ligarde tuvo que mantener
en secreto su orientación homosexual durante casi toda su carrera,
debido al temor de perder su trabajo en las principales telenovelas
mexicanas.
“Me mantuve siempre en el clóset por temor a perder el trabajo”, dijo en
entrevista uno de los actores villanos más populares del cine y la
televisión en México, a propósito del Día Internacional contra la
Homofobia.
El actor, de 60 años de edad y residente de Miami, confesó su decisión
de revelar su orientación sexual el año pasado y le ha cambiado la vida
totalmente para bien.
“He recibido un apoyo increíble por parte de las fans, siempre vas a
encontrar alguno que otro comentario prejuicioso o lo que sea, pero el
apoyo ha sido impresionante”, comentó.
“Siempre pensé, porque me lo dijeron en Televisa, que si un actor decía
que era gay ya nunca iba a volver a poder interpretar a un personaje
heterosexual porque el público no se lo iba a creer”, dijo.
“Si eras cantante me dijeron que no importaba, pero si eras actor, que
no lo hicieras porque entonces el público no te iba a creer y ya no ibas
a volver a trabajar excepto en personajes de homosexual”, agregó
Ligarde.
“Entonces me mantuve siempre en el clóset por temor a no tener trabajo,
no por falta de valor de decir quién soy o cómo soy”, subrayó el
participante de telenovelas juveniles que hicieron época como
Quinceañera o Alcanzar una estrella.
Pero tras casi cuatro décadas de carrera y recomenzar hace algunos años
una vida en Estados Unidos, así como de recibir el apoyo de otras
figuras del medio artístico, el histrión decidió que había llegado el
momento de declarar abiertamente su orientación sexual, no por presión
social sino por decisión propia. “Fue cuando decidí que ya no iba a
trabajar y vino el momento político y social adecuado para hacerlo con
el cambio de leyes, entonces dije este es el momento para hacerlo”,
acotó.
“Y acabando de hacerlo se dio la ley que nos permitió casarnos —con su
pareja de 20 años Jorge— y convertir a mi esposo en residente”,
puntualizó.
“Soy homosexual y lo digo con orgullo. Ningún gay tiene por qué andar
por la calle con un estigma estampado en la cabeza. La preferencia
sexual es genética y si lo sabe Dios y mi familia, que lo sepa el
mundo”, sostuvo cuando el año pasado sorprendió al revelar su
orientación