Por: Miguel Melenciano
New
York.-Con mucha pena he visto el estado de desesperación y pánico en
que ha entrado el promotor artístico Vidal Cedeño, cayendo prácticamente
en la desorientación y desinformación, en el caso de la legendaria
cantante típica “Fefita La Grande”, mujer muy pintoresca, que a través
del tiempo se ha ganado el cariño y afecto de todos los dominicanos,
allá y aquí.
No
se ha ciencia cierta, cual es el verdadero objetivo del promotor, pues
la forma como se ha manejado en la consecución de su “objetivo” de
conseguir que los Estados Unidos reconsideren, y otorguen el perdón
(waiver), para que pueda entrar nueva vez a esta nación la popular
interprete típica, luce muy confuso.
Galimatías
esta, que con el tiempo, le ha ido retando interés y credibilidad por
parte del público que quiere ver en escena a esta artista, ya que ella
en sí es un agradable espectáculo, por la forma humilde con la que
actúa, a pesar de su edad. Desempeño que el público se la goza a más
no poder.
Las
informaciones que Cedeño ha ofrecido a los medios de comunicación,
afirmando que por la simple intención de someter una instancia o
solicitud de perdón o waiver para la artista ya es un hecho cierto que
la legación diplomática le otorgaría el visado solicitado.
A
sí mismo, el más reciente simple y formal hecho de depositar el
formulario 212(d)(3) en el consulado, y anunciar en los medios, que
tal día, ya el consulado definiría la situación de Fefita de manera
positiva, es una situación que llama a preocupación, pues todo el mundo
tiene conocimiento que los procesos sometidos al escrutinio de esta
instancia cumplen con formalidades, las cuales no tienen plazo para
emitir una respuesta.
Y
craso error de Vidal Cedeño cacarear los huevos sin la gallina
ponerlo. El hecho que el consulado haya otorgado el visado de trabajo a
los músicos de la vieja Fefa, no es vinculante, pues para el consulado
cada caso es particular e independiente, fundamentado en los méritos que
cada uno acumula en la función que realiza en la agrupación de la
artista, que, aunque se parece, es muy diferente.
Estos
traspiés que ha dado el amigo Vidal, anunciando en los medios lo que
representa una posibilidad, aunque él no lo crea, le están haciendo
bastante daño a su imagen, pues los medios publican la información, pero
Fefita sabiamente desmiente lo que ella considera no es un hecho
consumado. Al final de la jornada Pinocho le quedara chiquito.