Por Eli
La era digital rompió con el monopolio informativo de los medios tradicionales, lo que no significa que hayan perdido por completo la capacidad de imponer la noción de opinión pública.
Los bajos costos con que operan los medios digitales permiten su fácil acceso lo que no se puede hacer con una estación radial, televisiva o un periódico impreso u otro medio tradicional.
Se ha democratizado la forma de transmisión de la información a escala global y la posesión de los medios de comunicación, pero también ha aumentado la presión sobre éstos de aquellos que quisieran que se haga realidad la pesadilla orweliana, de controlar hasta los sentimientos humanos.
La era digital rompió con el monopolio informativo de los medios tradicionales, lo que no significa que hayan perdido por completo la capacidad de imponer la noción de opinión pública.
Los bajos costos con que operan los medios digitales permiten su fácil acceso lo que no se puede hacer con una estación radial, televisiva o un periódico impreso u otro medio tradicional.
Se ha democratizado la forma de transmisión de la información a escala global y la posesión de los medios de comunicación, pero también ha aumentado la presión sobre éstos de aquellos que quisieran que se haga realidad la pesadilla orweliana, de controlar hasta los sentimientos humanos.