En el mundo existen varias religiones con millones de devotos, y todas afirman sus sagrados preceptos por parte del creador del universo, pero a pesar de esto todas poseen grandes discrepancias entre si.
Hemos vivido en una sociedad donde la iglesia católica posee voz y voto, inclusive dentro de la política, la misma que siguiendo los preceptos de la biblia condena el sexo fuera del matrimonio como también promueve el celibato en los párrocos y la virginidad en las monjas… belleza cruel de beluario, a los ojos de la bestia sometida.
Vivir con debilidades es lo que hace que el reinado del dolor sea eterno sobre el corazón de los hombres. La hoja del vid que oculta el sexo, lo magnifica; lo llena de un prestigio obscuro a los ojos inocentes, ocultando de los mismos el sexo de las estatuas solo porque esta desnuda la corrupción de las almas, el sexo es nuestro padre, ¿Por qué avergonzarnos de el?, proscribirlo es un parricidio.
Dentro de los pasajes de la biblia no existe un solo párrafo donde sea obligatorio el celibato, ni mucho menos donde el plebano sea castigado por la ruptura del mismo, muy por el contrario, enaltece la procreación fruto del amor, la unión de dos seres bajo la bendición del señor.
Pobre padre Alberto, fue un arduo trabajo ganarse la aceptación y cariño del público que hoy en día por una debilidad carnal lo ajusticia, critica y rechaza. El padre Amaro corrió la misma suerte y así sucesivamente seguirá hasta el día que la iglesia entienda y reconozca que el hombre no vive para la inmortalidad sino del pensamiento y los deseos. Por esta razón he notado que los poetas se vuelven genios y los genios ateos.
AUTORA
MABEL HENRIQUEZ
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