Por Miguel Angel Herrera
Los nuevos centros de entretenimiento están algunos por no decir casi todos fuera del Alto Manhattan, lo que supone encarece mucho mas el desplazarse a ver las presentaciones. Pero hay un dato que no se puede dejar pasar por alto. Es el más sencillo de todos. Y por supuesto el más interesante.
¿Cuántas personas van a las actividades?
No se traen ni videos ni fotos para sustentar el éxito o el arrollador e impactante fenómeno de sus presentaciones.
Por supuesto los casos de Elvis Martinez, Frank Reyes, Héctor Acosta, son aparte.
Si van o están en New York, traen sus “elementos de prueba”, para que nadie pongo en duda sus verdaderos éxitos en cuanto a presentaciones se refiera.
Una vocalista en comentaba que el ofrecieron 200 dólares para que cantara en una presentación “multitudinaria” en New Jersey.
Pero qué casualidad, era el mismo local donde un “arrollador Bachatero” había llevado el sábado en la noche de hace unas semanas 81 personas.Periodistas serios y honestos de la ciudad de New York, ya han empezado a realizar trabajos donde se presenta el tema con desgarrante realidad.
Y la realidad es que el fracaso que se está ocultando haría colapsar más de lo que está la credibilidad del público que empieza también a dudar de los éxitos y sencillamente ha dejado de asistir a las fiestas que se anuncian con un numero de artista y en la realidad van dos gatos.
El espectáculo tiene por desventaja que se vee. Y no se puede hablar ni escribir contra los que fueron y palparon el fracaso.
Desde hace varios días nos estamos preguntando, en que parte de los Estados Unidos es que están triunfando los artistas dominicanos que van a New York.Cerradas las grandes salas de bailes y presentaciones del Alto Manhattan, donde en los años ochentas y noventa se vivía una verdadera era del espectáculo, volvemos a preguntarnos donde están triunfando los artistas que van a esa ciudad.
Continuamente llegan a nuestra redacción artes publicitarios muy bien realizados, promocionando bailes y presentaciones, que como conocedor de esos trabajos, sabemos cuestan un dineral por diseñarlos y realizarlos.
Los nuevos centros de entretenimiento están algunos por no decir casi todos fuera del Alto Manhattan, lo que supone encarece mucho mas el desplazarse a ver las presentaciones. Pero hay un dato que no se puede dejar pasar por alto. Es el más sencillo de todos. Y por supuesto el más interesante.
¿Cuántas personas van a las actividades?
No se traen ni videos ni fotos para sustentar el éxito o el arrollador e impactante fenómeno de sus presentaciones.
Por supuesto los casos de Elvis Martinez, Frank Reyes, Héctor Acosta, son aparte.
Si van o están en New York, traen sus “elementos de prueba”, para que nadie pongo en duda sus verdaderos éxitos en cuanto a presentaciones se refiera.
Una vocalista en comentaba que el ofrecieron 200 dólares para que cantara en una presentación “multitudinaria” en New Jersey.
Pero qué casualidad, era el mismo local donde un “arrollador Bachatero” había llevado el sábado en la noche de hace unas semanas 81 personas.Periodistas serios y honestos de la ciudad de New York, ya han empezado a realizar trabajos donde se presenta el tema con desgarrante realidad.
Y la realidad es que el fracaso que se está ocultando haría colapsar más de lo que está la credibilidad del público que empieza también a dudar de los éxitos y sencillamente ha dejado de asistir a las fiestas que se anuncian con un numero de artista y en la realidad van dos gatos.
El espectáculo tiene por desventaja que se vee. Y no se puede hablar ni escribir contra los que fueron y palparon el fracaso.