Polémica. Tras la muerte del fundador del imperio de Playboy, el debate se abrió. Su fortuna de US$ 50 millones la heredarán sus hijos.
Hablar de Hugh Hefner es sinónimo de dinero, glamour y, claro, bellas mujeres. Tras su muerte el miércoles, a los 91 años, en su mansión de Beverly Hills, muchos han salido a debatir su legado. Y en ello, el auditorio está dividido: ¿liberador sexual o explotador machista?
Hefner fue un visionario. Defensor de la igualdad sexual, las libertades civiles y los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT), abogó por los derechos de los gays en la década de 1950, algo descabellado e incomprendible para la época.
El fundador de Playboy, además, será recordado como un activista de los derechos civiles. Playboy se ofreció como plataforma para muchos prominentes afroamericanos, como Miles Davis, Martin Luther King Jr., Muhammad Ali y Sammy Davis Jr.
Sin embargo, la famosa revista erótica dirigida principalmente a hombres heterosexuales, también ganó enemigas entre las filas de las feministas. “La cantidad de gente tratando a este magnate porno como una especie de líder de los derechos civiles que le ‘dio poder a las mujeres’ me revuelve el estómago”, escribió en TwitterMegan Murphy, fundadora de la revista canadiense Feminist Current.
Así, amado y odiado, Hefner se convirtió, según la revista BBC, en un “mito del erotismo del siglo XX”.
Mujeres y fortuna
A lo largo de su vida contrajo nupcias con tres mujeres: Mildred Williams (1949-1959), Kimberley Conrad (1989-2010) y Crystal Harris (2012-2017). Además fue pareja de Barbi Benton (1969-1976), Brande Roderick (2000-2001), Kendra Wilkinson (2004-2008), Holly Madison (2001-2008) y Bridget Marquadt (2002-2009).
Le sobreviven cuatro hijos: Christie (nacida en 1952), David (1955), Marston (1990) y Cooper (1991). Este último es actualmente el jefe creativo de Playboy Enterprise, la empresa que nació con la revista en cuyas páginas en el año 2000 posaron las peruanas Darlene y Carol Bernaola como las ‘playmates del milenio’.
El reconocido hombre de negocios siempre destacó en la lista de los empresarios mejor pagados del mundo.
Según medios estadounidenses, su fortuna es cercana a los US$ 50 millones, los que no heredará su esposa (Crystal Harris), ya que al contraer matrimonio con él se le hizo firmar un acuerdo en el que detalla que si llegaban a divorciarse o, en este caso, él falleciera, Harris tendría que abandonar la mansión donde vivía y sin ningún centavo del magnate. Así la fortuna irá a sus hijos, la Universidad del Sur de California y una variedad de organizaciones benéficas.
Según Newsweek, las ganancias de su exitoso negocio podrían ascender a los 105 millones de dólares.
¿Máquina sexual o mito?
Tras su muerte, más de uno también se ha preguntado qué tal amante era Hefner. Algunos lo tildaron de una ‘máquina sexual’ para otros no era así o al menos en sus últimos años. En 2010, cuando contaba 84 años, le preguntaron qué tan frecuente era su uso del viagra, para potenciar el desempeño sexual. Hefner le dijo a The New York Times: “Hago el amor un par de veces por semana, y tomo Viagra cuando voy a estar haciéndolo. Diría que a los 84 ayuda. Es la pequeña ayuda de Dios”.
Pero todo indica que tal ayuda no era suficiente. Kendra Wilkinson, una de las conejitas más famosas que ha pasado por la ostentosa mansión de Playboy, describió así su primera vez con ‘Hef’: “Una de las chicas me preguntó si quería ir arriba a la habitación de ‘Hef’… parecía que las demás chicas iban a ir, y si yo no lo hacía podría ser raro. Una por una, saltaron sobre ‘Hef’ y tuvieron sexo con él… por cerca de un minuto. Estudié cada uno de sus movimientos. Entonces fue mi turno… fue muy raro. No estaba pensando qué tan mayor era ‘Hef’. Todas las partes del cuerpo trabajaban igual. Yo quería estar allí”.
Por otro lado, las gemelas Carla y Melissa Howe dijeron que muchas veces Hefner prefería un partido de tenis que estar en la cama. Además, afirmaron que la mansión, considerada como el paraíso del placer por muchas décadas, es una “prisión” en la que hay una estricta vigilancia y a donde no pueden asistir visitantes hombres. En caso de incumplir las reglas, las mujeres son expulsadas, agrega el diario Mirror. Según las ex conejitas, “una vez que estás fuera, estás afuera, no puedes regresar”.
Los restos de Hefner descansarán en un nicho junto a Marilyn Monroe. “Qué mejor fortuna que descansar junto a Marilyn por toda la eternidad”, habría dicho en vida el magnate por cuyo capricho habría pagado una exorbitante suma de dinero.