Steven Spielberg, el "rey Midas" de Hollywood, regresa al mundo
infantil con "The BFG", casi un cuarto de siglo después de conquistar
los corazones de medio mundo con "E.T.", y asegura que "nunca" ha hecho
una película para alimentar su propio ego.
"Nunca miro mis
películas por la relevancia o importancia que puedan tener sus
premisas", explicó el cineasta estadounidense, al ser preguntado sobre
la división en su filmografía entre un cine serio y comprometido, al
estilo de "The Schindler's List", "Lincoln" y "The Color Purple", y sus
trabajos más comerciales, fantasiosos u orientados hacia el público más
infantil.
"Para mí lo importante es la satisfacción creativa de
cada experiencia. Cómo responde el mundo no es de mi incumbencia. Puedo
tener las mejores intenciones y que el mundo no me escuche. O sí. Pero
solo puedo controlar ciertas cosas", indicó el cineasta en una charla
con un grupo reducido de medios.