La oscarizada Penélope Cruz ha demostrado tras sus dos
embarazos -la actriz tiene dos hijos, Leo (5) y Luna (2), con su marido
Javier Bardem-, que es capaz de recuperar su estilizada silueta tan
pronto como lo ha considerado necesario, pero eso no significa que la
intérprete madrileña esté dispuesta a sacrificar su salud y su estilo de
vida a la hora de ajustarse a los cánones de belleza que imperan en la
meca del cine.
"A estas alturas de mi vida, jamás
pondría mi salud en riesgo porque soy madre y tengo otras
responsabilidades. Además, el físico no lo es todo en el mundo de la
interpretación. No se trata de estar más gorda o más delgada, lo
importante es actuar", indicó en una entrevista a Hello!De hecho, la
estrella de Hollywood considera que el físico es una mera herramienta
secundaria con la que dotar de mayor realismo a sus personajes, lo que
explica que Penélope nunca haya tenido reparo en renunciar a lucir
radiante en la gran pantalla si eso es indispensable para que el público
se sienta más identificado con sus historias.
"Soy
actriz, y eso implica que a veces mi físico y mi rostro pueden verse
alterados cuando el trabajo lo requiere. He interpretado a una gran
variedad de personajes, algunos de ellos han sido más agraciados que
otros, pero nunca he tenido problema en salir un poco fea en una
película si eso es lo que de verdad necesita el personaje para resultar
más creíble", apuntó en la misma conversación.Para la artista, la
belleza es algo muy subjetivo y un tema al que no suele dar ningún tipo
de relevancia.