La Unión Europea quiere una pronta separación, pero Gran Bretaña está pidiendo más tiempo.
Altos
funcionarios europeos demandaron el sábado que el Reino Unido corte
pronto sus lazos con el bloque de 28 naciones — un proceso que Londres
dice no comenzará hasta dentro de unos meses — al tiempo que las
repercusiones económicas y políticas del referendo británico comienzan a
sentirse en el mundo.
"Existe una urgencia... para no tener un
período de incertidumbre, con consecuencia financieras, consecuencias
políticas", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Francia,
Jean-Marc Ayrault, en una reunión en Berlín de los seis países
fundadores de la UE.
El jefe de la comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, advirtió que la
separación "no es un divorcio amigable", pero hizo notar que la
relación "no fue nunca un romance fuerte".
Los británicos votaron 52% a 48% el jueves a favor de poner fin a la membresía de 43 años del país en el bloque europeo.
Pero
ningún país ha dejado la UE previamente, así que nadie sabe exactamente
como se desarrollará el proceso. En algún momento, Gran Bretaña tendrá
que notificar oficialmente al bloque de sus intenciones e iniciar una
cuenta regresiva de dos años para negociar su salida. Mientras tanto,
Gran Bretaña seguirá siendo miembro de la UE.
En contraste con el
clamor de los funcionarios europeos, los líderes de la campaña del
Brexit, que habían asegurado a los votantes que la UE ofrecería a Gran
Bretaña términos favorables para una nueva relación, estaban mayormente
silentes el sábado.
La unión de Inglaterra con Escocia pudiera ser
otra baja del referéndum, pues la mayoría de los escoceses votaron a
favor de seguir en la UE, pero fueron superados por una mayoría en la
más populosa Inglaterra.
La gobernante escocesa Nicola Sturgeon
dijo el sábado que su gobierno semiautónomo buscaría negociaciones
inmediatas con las naciones de la UE para asegurarse de que Escocia
puede seguir en el bloque.