Martin Scorsese, el director de la cinta, y el guionista, Terrence Winter, han comparecido en las vistas. Sin embargo, Leonardo DiCaprio –productor de la película a través de Appian Way- ha alegado en todas las ocasiones estar demasiado ocupado para acudir a los juzgados, y ahora están dispuestos a desplazarse a Los Ángeles para conseguir sus declaraciones.
Greene, quien trabajó durante los años noventa en la empresa de inversiones Stratton Oakmont, cuya creación y cuyas malas prácticas se reflejan en la película, basa su denuncia en que su reputación ha sido arruinada, dado que él nunca estuvo implicado en los delitos de blanqueo de dinero que se presentan en el largometraje, mientras que el personaje basado en su persona sí resulta detenido por esas causas.
El bróker se ha querellado porque la película lo presenta como un “delincuente, drogadicto, degenerado y depravado, sin la más mínima moral o ética”. En la novela de Belfort en la que se basa el filme, se hacían numerosas referencias a Greene como “el de la peluca”, así como bromas despectivas sobre su falso cabello. Otra semejanza entre el personaje y la persona real es que ambos acudían a la Universidad mientras trabajaban.
Greene, quien trabajó durante los años noventa en la empresa de inversiones Stratton Oakmont, cuya creación y cuyas malas prácticas se reflejan en la película, basa su denuncia en que su reputación ha sido arruinada, dado que él nunca estuvo implicado en los delitos de blanqueo de dinero que se presentan en el largometraje, mientras que el personaje basado en su persona sí resulta detenido por esas causas.
El bróker se ha querellado porque la película lo presenta como un “delincuente, drogadicto, degenerado y depravado, sin la más mínima moral o ética”. En la novela de Belfort en la que se basa el filme, se hacían numerosas referencias a Greene como “el de la peluca”, así como bromas despectivas sobre su falso cabello. Otra semejanza entre el personaje y la persona real es que ambos acudían a la Universidad mientras trabajaban.