Las fotografías de Adele estuvieron circulando en un grupo privado de megafans en Facebook de la artista nacida en la ciudad inglesa de Tottenham, según publica el periódico The Sun.
Sin embargo, uno de los integrantes de esta agrupación quedó tan horrorizado por la intrusión en la intimidad de su ídola que decidió contactar a su manager.
Días después, un miembro del equipo de seguridad
de Adele lo llamó para inspeccionar las imágenes y comprobar dónde
estuvieron siendo utilizadas. Y, luego, el equipo que maneja a la
cantante inglesa tomó sus perfiles en las redes sociales para evitar que fuese más comprometida aún.
Una de las fotografías que le fueron robadas a la artista inglesa de 27 años muestra a su hijo Angelo cuando éste recién había nacido y se encontraba envuelto en mantas.
Otra de las imágenes sustraídas es una selfie que Adele se tomó en su cocina mientras se hallaba embarazada, y una tercera revela una escena de su infancia cuando tenía alrededor de cinco años, sacando la lengua en la parte inferior de un tobogán.
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