Roberto
Angel Salcedo asumió de manera inusitada un rol para el que demuestra
estar más que preparado: fijar posiciones sociales en los espacios de
comunicación que lidera.
En
su programa Más Roberto, sorprendió gratamente la capacidad de enunciar
un discurso crítico hacia la destemplada reacción del “numerólogo
Cristian Casablanca frente a las observaciones del también comunicador,
Pablo Toribio, del espacio “Con el Consumidor”.
Posteriormente,
trasciende que la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos sanciona
al adivino, quien al insultar a Toribio no tuvo ningún freno para
expresar sus sentimientos racistas y que para él no tiene ningún valor
la figura excelsa de la madre.
Robertico hizo muy bien al tomar la responsabilidad y reclamar la actuación del poder sancionador frente a semejante desenfreno.
Lo
mejor es que se pone de manifiesto que su reconocida disciplina en el
ejerció de la comunicación y el arte, así como su ya prolongada
exposición pública, no han sido en vano, sobre la base de la destreza
que muestra en el manejo de la expresión oral y gestual.
Roberto
Angel Salcedo es definitivamente uno de los jóvenes más influyentes y
proyectados en la sociedad dominicana, y eso lo aprovecha muy bien su
padre, el alcalde de la Capital y candidato a esa misma posición,
Roberto Salcedo.
En
efecto, en todas sus movilizaciones electorales, Salcedo padre se hace
acompaña del juvenil, quien es una de los más aclamados por las masas
que presencian y participan de estas actividades.
Creo que este tipo de segmentos deben formar parte en lo adelante de la impronta televisiva de Roberto Angel.
Y
ojalá que para continuar en esa onda de mayor peso social, mejore de
manera sustancial los criterios de realización de sus proyectos
cinematográficos. Pero eso es harina de otro costal.