Por : Diomelo Martínez
El Teatro Nacional Eduardo Brito, que este año arriba a su 41 aniversario, recibe la efeméride en medio de una intensa cartelera de conciertos, la restauración de su planta física y un conflicto a lo interno con sus empleados.
El Teatro Nacional Eduardo Brito, que este año arriba a su 41 aniversario, recibe la efeméride en medio de una intensa cartelera de conciertos, la restauración de su planta física y un conflicto a lo interno con sus empleados.
En una entrevista con elCaribe, Niní Cáffaro,
quien lleva cuatro años al frente de la institución pública, dijo que no
entiende el afán de “alguien” (no mencionó su nombre) que quiere
hacerle daño al Teatro Nacional. “Se habla de que en el teatro hay
‘indelicadeza’ y eso es falso, por una sencilla razón; aquí todo lo que
se hace, el cheque que sale, la factura que se cobre, todo está
supervisado por la Contraloría General de la República”, indicó Niní, al
tiempo de descalificar la carta que varios empleados enviaron al
presidente Danilo Medina a través del empresario artístico César Suárez.
“Quien quiera hacer daño sabrá a qué abstenerse. Yo estoy completamente limpio y tranquilo... todo el mundo me conoce. Mi vida es diáfana. Creo que es una bajeza por desconocimiento decir que aquí hay irregularidades. Aquí (en el Teatro Nacional) no se mueve nada, absolutamente nada, que yo no lo vea”, aclaró en tono enérgico. “Cualquiera puede venir al teatro y decir que ve al Presidente”, dijo en referencia a una misiva firmada por empleados, donde piden aumento de sueldos y dan cuenta de supuestas irregularidades . “En los últimos años el nivel de calidad y exigencias de los trabajos que realizamos no han ido a la par con los sueldos que percibimos”, indica la carta firmada por más de medio centenar de empleados.
Con relación a las supuestas “indelicadezas administrativas como manejo no claro en la boletería y compra innecesaria e irregular de materiales” que cita la misma correspondencia, Niní explicó que todas las taquillas que salen del teatro se entregan con una firma reconocida por lo que la administración se da cuenta quién las vendió.
“Quien quiera hacer daño sabrá a qué abstenerse. Yo estoy completamente limpio y tranquilo... todo el mundo me conoce. Mi vida es diáfana. Creo que es una bajeza por desconocimiento decir que aquí hay irregularidades. Aquí (en el Teatro Nacional) no se mueve nada, absolutamente nada, que yo no lo vea”, aclaró en tono enérgico. “Cualquiera puede venir al teatro y decir que ve al Presidente”, dijo en referencia a una misiva firmada por empleados, donde piden aumento de sueldos y dan cuenta de supuestas irregularidades . “En los últimos años el nivel de calidad y exigencias de los trabajos que realizamos no han ido a la par con los sueldos que percibimos”, indica la carta firmada por más de medio centenar de empleados.
Con relación a las supuestas “indelicadezas administrativas como manejo no claro en la boletería y compra innecesaria e irregular de materiales” que cita la misma correspondencia, Niní explicó que todas las taquillas que salen del teatro se entregan con una firma reconocida por lo que la administración se da cuenta quién las vendió.
Recordó que
existe un “mercado negro incontrolable” y que hasta para comprar algo,
aún sea de caja chica, los controladores auditan las facturas bajo su
criterio. También cree que no fue correcta la forma que los empleados
usaron para tramitar la petición de aumento de sueldo y hacer las demás
denuncias.
“El procedimiento era tramitarla a la Dirección y nosotros al
Ministerio de Cultura”, indicó Niní, al tiempo de recordar que ya él
había solicitado un aumento de sueldo para la empleomanía porque es
“justo y merecido”. Expresó que los empleados lo trataron como si él
fuera un “estúpido”. “Lo primero es que el único que firma cheques aquí
soy yo y la otra firma de cheque está en el Ministerio de Cultura y esa
es la mejor garantía. Yo tengo el control de todo lo que hay aquí”,
afirmó.