Iván Miguel Ruiz Guerrero hace televisión al desnudo.
Por Alfonso Quiñones
Cogió un paciente de 40 años, en articulus mortis, que estaba en coma profundo, le aplicó terapia intensiva, le insufló aire en los pulmones, le aplicó fibrilación ventricular, y lo echó a andar.
Los cambios no son fáciles con conceptos de antaño. Y si bien es cierto que El Show del Mediodía no es lo que fue en sus tiempos de mayor gloria, ahora mismo es lo mejor que hay a esa hora en la televisión. Y ha renacido.
El viernes anunció su salida del espacio, tras tres meses de estadía la santiaguera Brenda Sánchez. Algo realmente sospechoso. Y ahora regresa, una semana después, Iván, (¿"El Terrible", como aquel zar ruso del siglo XVI que levantó la Catedral de San Basilio y reconstruyó Moscú contra viento y marea?); vuelve el productor, inquieto y ansioso. Hay quienes dicen que tuvo diferencias de criterios con la dirección del programa. Pero Iván es humilde y abierto, dicen. No lo conozco mucho.
El lenguaje que ha impuesto puede gustar o no, pero tiene que ver con los nuevos tiempos. En una toma se ve lo que sucede el otro set, quién espera, o al coordinador, parte del show, diciendo que ya está bueno. Y hay improvisación, de ser necesario, alguien desde otro set puede interrumpir, y para ello se necesita un equipo ágil, atento. Se trata de una revista bastante completa.
Un espacio pagado, que tal parece ser del propio programa, y que debería gráficamente explicarse que es pagado, inclina demasiado la balanza política a favor del PRD, de manos de Wilfredo Alemany y Andy Dahuajre.
El Show... puede mejorar mucho. Los cambios no son fáciles con bueyes de antaño. Y no es una cuestión de edad, sino de actitud, de pensamiento. Dicen que vienen más innovaciones. Hay que ver si lo dejan hacer.
Ojalá los dueños del programa se den cuenta de que la nueva vida de El Show del Mediodía necesita poder total para una renovación que no ha terminado para hacer el Show del Mediodía del siglo XXI. ( diariolibre)
