La clase artística no le dio el espaldarazo que necesitaba, debido a que muchos no le contestaban las llamadas y se negaban a ir a su programa.
Aunque el pueblo dominicano rinde tributo al empresario radial y de televisión, Rafael Corporán de los Santos, no cabe dudas que ese grandioso comunicador murió en la extrema pobreza y abandonado por la mayoría de sus amigos, aun de aquellos a los que tanto ayudó.
En este sentido, un equipo de DominicanosHoy visitó la funeraria Blandino para unirse al homenaje que reciben los restos de “Don Corpo” y allí entrevistamos diferentes figuras artísticas que conocieron de cerca la vida y trayectoria de quien consideran fue el hombre que “revolucionó” la televisión dominicana.
Para Alberto Bernabé (Bebeto), productor de televisión, Corporán es una figura emblemática de la comunicación y un ser humano excepcional que merecía el respeto del pueblo. Sin embargo, entiende que la clase artística no le dio el espaldarazo que necesitaba, debido a que muchos no le contestaban las llamadas y se negaban a ir a su programa.
Asimismo, el merenguero Sergio Vargas expresó que el gran corazón de Corporán lo convirtió de filántropo a méndigo, pues pasó de ser uno de los empresarios más exitosos y ricos del país, a morir pobre: “porque no entendió que el dar no alcanza”.
En este sentido, un equipo de DominicanosHoy visitó la funeraria Blandino para unirse al homenaje que reciben los restos de “Don Corpo” y allí entrevistamos diferentes figuras artísticas que conocieron de cerca la vida y trayectoria de quien consideran fue el hombre que “revolucionó” la televisión dominicana.
Para Alberto Bernabé (Bebeto), productor de televisión, Corporán es una figura emblemática de la comunicación y un ser humano excepcional que merecía el respeto del pueblo. Sin embargo, entiende que la clase artística no le dio el espaldarazo que necesitaba, debido a que muchos no le contestaban las llamadas y se negaban a ir a su programa.
Asimismo, el merenguero Sergio Vargas expresó que el gran corazón de Corporán lo convirtió de filántropo a méndigo, pues pasó de ser uno de los empresarios más exitosos y ricos del país, a morir pobre: “porque no entendió que el dar no alcanza”.