Más de 60 entrevistas al día, constantes burlas en su colegio y una serie de presiones que lo persiguieron, dejaron al actor Jake Lloyd con un sabor amargo tras haber interpretado al pequeño Anakin Skywalker en "La guerra de las galaxias: La amenaza fantasma".
Lloyd, quien ahora tiene 22 años, aseguró que "'Star Wars' transformó mi vida en un infierno viviente" debido a las constantes dificultades que atravesó fuera del set controlado por George Lucas.
De acuerdo al diario británico "The Daily Mail", Lloyd llegó a tener tanta rabia que destruyó todos sus recuerdos vinculados al universo de "Star Wars" y nunca ha querido volver a ver la película en la que actuó cuando tenía sólo ocho años.
"Otros niños eran realmente crueles conmigo. Hacían sonidos de un sable láser cada vez que me veían. Era una locura total", comentó Lloyd, quien desde entonces ha cumplido su promesa de nunca volver a actuar. Sólo participó en algunos videojuegos inspirados en la saga.
"Toda mi vida en el colegio fue un infierno, tenía que hacer hasta 60 entrevistas al día", añadió el retirado actor, quien afirmó que rápidamente aprendió a "odiar" las cámaras cuando lo apuntaban.
Lloyd, quien ahora tiene 22 años, aseguró que "'Star Wars' transformó mi vida en un infierno viviente" debido a las constantes dificultades que atravesó fuera del set controlado por George Lucas.
De acuerdo al diario británico "The Daily Mail", Lloyd llegó a tener tanta rabia que destruyó todos sus recuerdos vinculados al universo de "Star Wars" y nunca ha querido volver a ver la película en la que actuó cuando tenía sólo ocho años.
"Otros niños eran realmente crueles conmigo. Hacían sonidos de un sable láser cada vez que me veían. Era una locura total", comentó Lloyd, quien desde entonces ha cumplido su promesa de nunca volver a actuar. Sólo participó en algunos videojuegos inspirados en la saga.
"Toda mi vida en el colegio fue un infierno, tenía que hacer hasta 60 entrevistas al día", añadió el retirado actor, quien afirmó que rápidamente aprendió a "odiar" las cámaras cuando lo apuntaban.