Las calles de la capital lucían un tanto aletargadas entre las siete y las nueve de la mañana de este lunes después del feriado de Semana Santa.
Muchas escuelas y colegios no abrieron sus puertas y muchos empleados de oficinas públicas y privadas amanecieron “muertos del cansancio” y no asistieron a sus centros laborales, lo que se traduce en menos vehículos circulando.
El transito generalmente “entaponado” a esas horas, lucia tranquilo y en algunos tramos hasta vacío….
Pero seguro que según van pasando las horas, la ciudad despertará con sus voladoras, públicos y vehículos de todo tipo retornando así a la normalidad…